He decidido que sea una palabra autorizada a nivel mundial quien descorra el velo. Uno de los principales exponentes de este deporte en México, el heredero de la leyenda de Santo, El Enmascarado de Plata, afirmó en una entrevista para el periódico Afición de México que la lucha libre es real, tan real como los golpes que sufren los que la practican y tan verídica como las lesiones de gravedad que se sufren y en el peor de los casos, como la muerte misma.
Sin aspavientos y sin sentir molestia por la pregunta de que es farsa la lucha libre, el Hijo del Santo afirmó que "con sólo ver las frentes de Perro Aguayo, Villano III y Signo, entre muchísimos ejemplos más, se puede dar cuenta todo mundo de que este deporte es tan peligroso, tanto como el toreo o el boxeo". Santo indicó que "para ser luchador se necesita primero ser un deportista completo, preparado física y mental para resistir golpes en todo su cuerpo y a hacer que su umbral al dolor crezca y se desarrolle mucho más en relación a otros exponentes de actividades diferentes".
Sin embargo, Santo aceptó que en este deporte existen compromisos morales, códigos de ética y profesionalismo entre sus exponentes, los cuales se comprometen a no lastimar a su compañero más allá de lo necesario más que para atontarlo o sacarle el aire en aras de vencerlo y comenzar a ganar el aprecio del público. "Nunca nos golpeamos para matarnos o lastimarnos, cuando algún compañero me pega, lo sabe hacer sin afectarme de gravedad, por eso somos profesionales, es ese código ético el que marca el cuidarnos entre nosotros, sin embargo, los golpes y caídas son reales, tan reales que lamentablemente han habido muchos accidentes y varios de mis compañeros se han muerto en el ring", agregó.
El Enmascarado de Plata dijo que como en todas las actividades de la vida, hay gente preparada y gente incapaz, y que en el caso de la lucha este último tipo de persona es la que se ha encargado de denigrar a este deporte, debido a su improvisación y a su falta de profesionalismo y entrega. "La lucha es real, la sangre es real, no hay trucos, pero también hay buenos y malos luchadores, como en todo, hay deportistas que no saben ni siquiera caer y que consiguen una licencia con base en mordidas y sobornos y este tipo de seudo luchadores son los que denigran a este deporte que es real y peligroso", agregó. Dijo respetar al público que piensa que la lucha libre es pura maroma y farsa, ya que este deporte debe estar abierto a las críticas y aprender de lo bueno y malo para superarse con el fin de seguir en el gusto de los que aprecian esta actividad, pero advirtió que para opinar mejor sobre el pancracio, se debe acudir a las arenas y sentarse muy cerca, pero muy cerca del cuadrilátero.
Aceptó que la lucha libre es una mezcla de deporte y teatro, ya que desde el momento mismo en que los gladiadores utilizan atuendos y máscaras, ya representan a un personaje que es ficticio, el cual se encamina por el sendero del bien o del mal, como es el caso de los técnicos y los rudos. "Que en la lucha haya teatro no quiere decir que sea falsa, el teatro entra en las representaciones que hacen los luchadores de seres imaginarios, los cuales llegan a ser a la postre más reconocidos que las personas que están detrás de ellos, esa magia es la que hace a este deporte único y maravilloso, pero real", abundó. "La lucha es para disfrutarse con tu familia o amigos, si vas a ir a criticar o a ver si se pegan de verdad los luchadores no te vas a divertir jamás, la gente que va a una arena tiene que ir con la idea de que se va a divertir, si no es con los que están arriba del ring puede ser con la señora de enfrente que grita majadería y media, lo que convierte a este actividad en todo un espectáculo", reiteró.
¿Qué más agregar? Sólo agradecer al periódico Afición por el material y a Uds. por el interés.
Sigan en la lucha.
Dr. Mask
Desde sus primeras batallas contra animales salvajes y enemigos cercanos, el hombre se ha visto siempre obligado a combatir. La lucha se inició tanto como un método defensivo como ofensivo para la conservación de la vida y llegó a convertirse en un arte en todas las contiendas. En las primeras etapas de la civilización la lucha surgió como un deporte noble que poco a poco se fue mejorando e idealizando.
